vezenquando

Saturday, February 14, 2009

Enero en la playa

"Y tu piel es blanca como esta mañana de enero demasiado hermosa como para ir a trabajar. Sin pestañear hablamos con el jefe un cuento chino y, como niños, nos volvemos a acostar. Se supone que debía ser fácil ¿Tienes frío? Pero a veces lo hago un poco difícil. Perdón. Suerte que tú ríes y no te enfadas porque eres más lista y menos egoísta que yo ¿Todavía tienes frío? Bueno, cierra los ojos un minuto que te llevo a un lugar.

Imagina una calita, yo te sirvo una clara. Es verano y luce el sol, es la costa catalana. Estamos tranquilos, como anestesiados. Después del gazpacho nos quedamos dormidos mirando el Tour de Francia en la típica etapa donde Lance gana imponiéndose al sprint con un segundo de ventaja en el último suspiro colgándose a sus hombros el maillot amarillo. De nuevo al chiringuito, un bañito, un helado de pistacho y un partido al futbolín. Lanzamos unos frisbis, jugamos a las cartas y acabamos cenando sardinas y ensalada. Bebemos, dorados. Hablamos, callados. La luna, la sal, tus labios mojados. Me entra la sed y pido una copa y España se queda en cuartos en la Eurocopa.

Pero nos da igual, hoy ganaremos el Mundial. Subimos a casa. El tiempo se para, el aire no corre. Mosquitos volando y grillos cantando y tú a mi lado muriendo de sueño. Cansada, contenta, me pides un cuento y yo te lo cuento, más bien me lo invento. Te explico que un niño cruzó el universo montado en un burro con alas de plata buscando una estrella llamada Renata que bailaba salsa con un asteroide llamado Julián Rodríguez de Malta. Malvado, engreído, traidor y forajido. Conocido bandido en la vía láctea por vender estrellas independientes a multinacionales semiespaciales. Y te duermes…

Vivan las noches. El sol, la sal en tus labios.

Al principio, como siempre, dormimos abrazados y cuando ya suspiras me retiro a mi espacio. Me gusta dormir solo a tu lado de la cama, de esta cama ahora repleta de mantas en esta mañana fría, fría, fría, congelada, congelada."

Facto Delafé y Las Flores Azules


O texto mais bonito dos últimos tempos. Direto de uma manhã nublada para lembrar manhãs de sol claro, luz entre as cortinas, sorrisos ao anoitecer.

Sunday, February 08, 2009

Sobre cartas

Cartas de antes do noivado...
Cartas de amor que começa,
Inquieto, maravilhado,
E sem saber o que peça.


Eu também sou feita assim, de palavras rabiscadas. De frases escritas e cortadas, de medos, certezas e perguntas sem respostas. Os papéis-tela e a caneta-teclado terminando em antigas cartas de amor. Mensagens simples de saudade. Bobagens sobre o dia-a-dia. Escritas em outra língua, ensaiando conjugações e sintaxes novas, sentimentos fora de ordem nessa gramática desconhecida.

Enquanto isso, o tempo corre, voa, e me embrulho em sujeitos e predicados, fios de telefone e fotos guardadas na memória. Frases grudadas nas paredes, pregadas nos olhos insones construindo um texto de você. Só para preencher o branco que vai crescendo de um lado da sua testa, uma imagem esquecida, o sorriso que fala, mas não escuto.

Então tomo coragem, decisões, respiro fundo e escuto você falar e falar atrás de palavras frias que cortam a madrugada. Parágrafos de uma relação literária, imaterial, tristealegre, forteleve, conhecidadesconhecida. Com substantivos e verbos que atravessam invencíveis oceanos, ondas, céu de chuva, neve, dias intermináveis de trabalho, sua vida tão distante, minha vida tão instável. Sonhos e diálogos imaginados, abraços e sorrisos dizendo, falando, afirmando, cantando para me fazer dormir.

Nós também somos feitos assim, de palavras rabiscadas. De cartas, cartões, correio, envelopes e dúvidas. De uma distância que nunca imaginamos escrita.